20.1.07

Conclusiones (V)

En nuestro último capítulo destinado a las conclusiones vamos a realizar un comentario crítico acerca de la temática escogida, en relación directa con nuestro acercamiento a las personas objeto de estudio.

Podemos afirmar que en la población objeto de estudio, en los perfiles escogidos se escenifica a la perfección el papel de la mujer en el ámbito del hogar. Son éstas las que se dedican en mayor medida a las tareas domésticas, aunque en algún caso aislado se produce una división de tareas. Estamos de acuerdo con la persona que afirmaba que es precisa una seria concienciación por parte de la pareja en las responsabilidades domésticas, ha de existir una colaboración mutua, y una adaptación de igual forma a las necesidades mutuas, de ocio y de tiempo dedicado al ámbito familiar.

Por otro lado, el importante componente salarial se ve regulado e institucionalizado por el convenio colectivo de todos los sectores en los que se ha producido el acercamiento. Consideramos la institucionalización de la relación laboral femenina como base para hacer frente a las desigualdades salariales con carácter discriminatorio.

Se ha podido observar en algunos casos como hace acto de presencia el fenómeno de la estereotipación femenina, tanto en el terreno laboral como en el doméstico. El hombre “ayuda” a la mujer. Se entiende de esta forma que las tareas están destinadas a la mujer, mientras que el hombre ejerce de colaborador o ayudante, no de actor principal en lo que a tareas domésticas se refiere. Es el fenómeno de “apatriarcamiento” del hombre-sustentador y cabeza de familia.

La segregación vertical y horizontal son un hecho. Empleos como la limpieza, el secretariado administrativo, las cajas de supermercado, los servicios de apoyo a colectivos necesitados,etc. son ocupados en gran medida por mujeres, aunque se aprecia un progresivo aumento de puestos de alta cualificación ocupados por mujeres, tal como hemos podido comprobar en la población entrevistada.

La precariedad laboral, surgida de numerosos factores entre los que destaca la segmentación, las exigencias de la nueva flexibilidad empresarial, etc. genera un cúmulo de dudas e inseguridades que redundan en el fenómeno denominado en el ámbito de la medicina “primíparas ociosas”, o reproducción tardía, redundando a su vez en un descenso progresivo de la tasa de natalidad.

Existe en los perfiles estudiados una necesidad de ocio no cubierta ante la imposibilidad de compatibilizar las cargas familiares y laborales de forma que exista un sobrante de tiempo que se pueda destinar a actividades de ocio.
Al no existir rotación o división de tareas en el ámbito de la pareja, es la mujer la que tiene que hacer frente a la gran parte de la denominada “doble jornada” (laboral y doméstica).

Las mujeres ocupan puestos del sector secundario por razones de sus supuestas capacidades (falta de interés en la adquisición de formación, son prescindibles…) Nuestro ámbito de estudio rechaza las afirmaciones de esta teoría de la dualización del mercado de trabajo. La totalidad de la población estudiada muestra un gran interés en la formación como herramienta necesaria para la mejora de sus competencias, y por consiguiente, un progreso en sus carreras profesionales.

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